La computación está en todas partes: interacciones sociales, banca, comercio electrónico, transporte, viajes y entretenimiento, entre otras. Los niños y jóvenes forman parte de una generación que crece con la tecnología como parte esencial de su vida.
¿Nuestros hijos necesitan aprender computación? Es común escuchar la frase “los niños tienen un chip integrado y usan la tecnología con facilidad”. Ciertamente, tienen una gran disposición para usar diferentes dispositivos y herramientas tecnológicas. Sin embargo, esto no significa que no requieran aprender computación como un área clave de su formación.
En 2012 se llevó a cabo en el Reino Unido un estudio denominado “Shut down o restart?” para describir la situación del aprendizaje de la computación en los centros educativos. El diagnóstico fue rotundo: la enseñanza de la computación era insatisfactoria, los docentes especialistas no se capacitan y se hace necesario que los estudiantes aprendan computación como ciencia.
Investigaciones y estudios como el ejemplo anterior han motivado a gobiernos y a los propios centros educativos a incluir dentro del programa de estudios la enseñanza de la computación, aprovechando los vínculos profundos que tiene con las matemáticas, las ciencias, el diseño y otras áreas de gran importancia hoy en día. No basta con saber navegar en la web y usar aplicaciones móviles; la computación tiene alcances más amplios en casi todas las actividades de nuestra vida.
Tampoco se trata que todos los estudiantes sean ingenieros en computación. La meta es que nuestros hijos desarrollen y fortalezcan su Pensamiento Computacional. Este concepto es un enfoque que combina las ideas y el poder de la tecnología para resolver problemas. ¡Esto sí hace la diferencia en el presente y el futuro niños y jóvenes!
El Pensamiento Computacional fomenta la curiosidad, la comunicación, la colaboración y la creatividad. Facilita la práctica de procesos imprescindibles en la formación de nuestros hijos, por ejemplo: recopilar, analizar y representar datos, subdividir tareas y problemas, crear una serie de pasos que lleven a una solución (algoritmos), usar modelos y simulaciones.
Según el informe “The Future of Jobs” del Foro Económico Mundial, el 65% de los estudiantes que están iniciando su formación académica tendrán trabajos que no existen actualmente. Otra forma de verlo: muchos trabajos que están disponibles ahora no existían hace 10 años.
Las familias y los centros educativos debemos preocuparnos por motivar y preparar a nuestros hijos para que sean aprendices de por vida. El Pensamiento Computacional es una competencia indispensable para aprovechar todo el potencial que ofrece la tecnología y minimizar los riesgos que puede traer su mala utilización.
Nuestra propuesta en T-Box tiene como eje central el desarrollo del Pensamiento Computacional. Los proyectos educativos que su hijo realiza durante el año escolar responden a estándares internacionales y facilitan la exploración de diferentes herramientas tecnológicas usadas para completar tareas o resolver problemas concretos. ¡Trabajemos juntos para que nuestros hijos estén en el corazón de la transformación digital!